lunes, 29 de junio de 2009

Colonias urbanas infantiles

Todavía hay quien desconoce la existencia de las colonias urbanas infantiles. Es una buena alternativa para los progenitores, ya que les permite acudir a su trabajo o realizar sus tareas durante las mañanas y disfrutar de las tardes con sus hijos.


Dirigidas a los más pequeños

Las colonias urbanas infantiles surgieron hace poco más de una década para atender a un sector en constante crecimiento: niños entre 4 y 12 años que en verano no podían ser atendidos por sus padres durante todo el día. La cada vez mayor incorporación de la mujer al mundo del trabajo y el exceso de gastos derivados del mantenimiento de la vivienda y la propia familia obligaron a buscar alternativas de ocio rentables y económicas para los padres, pero sin perder la calidad que requiere el cuidado de los pequeños.

Sus principales destinatarios son los niños más pequeños, los que aún no han llegado a la adolescencia. La alternativa es, por lo tanto, una completa actividad que reúne diversas ventajas para unos y otros, y que cada vez tiene más aceptación entre ambos grupos. Cada año hay una verdadera avalancha de solicitudes, porque los padres pueden ir a trabajar durante el día sabiendo que sus hijos están haciendo algo de provecho y recogerles por la tarde, cuando aún hay tiempo para disfrutar con ellos, mientras que los niños están ocupados en una actividad que no implica acudir con libros o realizar exámenes, como hacen el resto del curso.

Fuente: Guardería Es-cool Zaragoza


Términos clave: Campamentos Zaragoza, Educación infantil

domingo, 14 de junio de 2009

Quién se queda con los niños en vacaciones: escuelas de vacaciones y clubs de vacaciones

Algo ha cambiado en las vacaciones de los niños desde aquellos veraneos de más de dos meses, retirados en algún pueblo y playa, sin apenas contacto con el mundo exterior, sin teléfono, sin viajes en coche, sin móvil.

Cuando pensamos en cómo compaginar las vacaciones escolares de los niños con las vacaciones de los padres, especialmente cuando trabajan los dos, padre y madre, solemos pensar sobre todo en verano. Pero cada vez más se hacen más patentes esos agujeros vacacionales de Navidad o de Semana Santa.

Para las familias cuyos padres trabajan ambos, son un problema de ajuste muy serio, el cual va encontrando caminos para convertirse en algo sencillo, claro y asequible. No desde luego por el impulso de la administración educativa, que se adapta muy despacio a las nuevas necesidades sociales. El paso hacia la extensión de los comedores escolares, aulas canguro, actividades extraescolares bien dotadas e integradas en el proyecto de centro, las escuelas de verano y alternativas de ocio educativo, es muy lento, inseguro y poco visible.

La solución a esta situación ha llegado de mano del mundo de las empresas de ocio, que han preparado ofertas vacacionales variadas, que cumplen una función combinada de diversión y atención al niño. Cada vez es mayor la oferta y el consumo de lo que aún no tiene un nombre poco claro: Escuelas de verano, escuelas de invierno, escuelas de vacaciones, clubes de vacaciones, campamentos de verano, campamentos infantiles.

Algunos parques infantiles, centros de ocio activo, granjas esculeas, organizan clubs de vacaciones, que realizan una función similar a las escuelas de verano, pero no están en centros escolares. Muchas veces ofrecen talleres variados a los que apuntarse, de modo que para niños más mayores no se convierte tan solo en una estancia vigilada, sino en una oportunidad de desarrollo y expresión.

Otra opción son los campamentos. La novedad en este campo son los campamentos en los centros de ocio rural, cada vez más numerososo y mejor dotados, que se organizan sobre todo en verano. Muchos de ellos funcionan como lugares de educación ambiental, con talleres que enseñan como desenvolverse en el entorno natural y crean hábitos de ocio muy saludables.

Fuente: Enfamilia.es

Términos clave: Escuela de verano, Vacaciones escolares

jueves, 11 de junio de 2009

Los niños bilingües desarrollan antes la intuición lingüística

Los niños que crecen en un ambiente bilingüe desarrollan antes la intuición lingüística que los niños monolingües.

No hay indicios de que una educación bilingüe entrañe riesgos mayores que una monolingüe en lo que a trastornos de lenguaje se refiere. En el caso de una educación bilingüe es, sin embargo, especialmente importante que a los niños se los incentive en ambas lenguas.

Un diez por ciento de los niños en edad de guardería padecen trastornos tempranos en el desarrollo del lenguaje, aunque en los demás aspectos están sanos y se desarrollan normalmente.

Otro diez por ciento no puede, a causa de otros perjuicios, hablar del modo correspondiente a su edad. Para los científicos, estos niños están expuestos a un mayor riesgo a desarrollar más trastornos de lenguaje, si a los dos años todavía no manejan 50 palabras ni son capaces de combinar dos juntas.

Resulta fundamental entender que las lenguas se aprenden mediante el diálogo, y no escuchando grabaciones. Tampoco ayuda mucho que un niño mire con su padre un libro ilustrado y balbucee todo el tiempo. Hay que animar a los chicos a que hablen.

Estas deficiencias pueden tratarse bien, ya sea con ayuda de un logopeda o si los padres asisten a un curso y ellos mismos ayudan al niño a ejercitarse. Los trastornos de lenguaje son un problema entre otras cosas porque la mitad de esos niños adolecerá más tarde de dificultades de lectura y escritura. No sólo se consideran trastornos de lenguaje los problemas de habla o de escritura, sino también el retraso en la formación de los vocabularios activo y pasivo.

Fuente: Milenio.com



Términos clave: Educación Bilingüe, Educación infantil

miércoles, 10 de junio de 2009

Las guarderías, una necesidad para muchos padres

En la actualidad las guarderías son una realidad y una necesidad para muchos padres con niños menores de cinco años.

El trabajo de la mujer hoy en día es un hecho social común e irreversible. La mujer ha tenido que salir a ganarse la vida, bien sea para complementar con su aporte económico el salario del marido o para enfrentar ella sola el mantenimiento de su familia. En algunos casos, existe un deseo de independencia y superación que la impulsa a trabajar fuera del hogar.

Los hijos preocupan más a los padres que sus trabajos. Por tanto, su desempeño laboral no será eficiente cuando no tengan la seguridad de que los niños, además de estar vigilados, serán estimulados en su proceso de desarrollo y adaptación a la vida familiar, escolar y social.

Algunos de los aspectos a tener en cuenta al elegir guardería:
- Que el sistema educativo sea coherente con el nuestro
- Que el personal esté preparado y nos inspire confianza
- Que las instalaciones sean adecuadas

Debemos tener en cuenta la importancia de las rutinas y los límites. Todo esto: el orden, la repetición, los horarios, le van dando al niño cierta seguridad frente a la incertidumbre de la vida. Por todo ello, debemos buscar instituciones que brinden a los niños atención educativa y asistencial con calidad, a fin de estimular y fomentar su desarrollo integral mediante un ambiente educativo y afectivo.

En definitiva, las guarderías constituyen una respuesta a la necesidad de las madres de trabajar, estudiar y capacitarse; pero también satisfacen ciertas necesidades de los niños, de como iniciar tempranamente su educación social, aprender hábitos higiénicos, contar con vigilancia médica, etc.

Fuente: Noticiasnet.com


Términos clave: Educación infantil, Sistema educativo

lunes, 8 de junio de 2009

Un buen clima de educación


La tarea de educar no es fácil, ni siempre se rige por reglas ni por los mismos principios. Todo lo contrario, es un proceso interactivo que tiene que ir cambiando y adaptándose al tiempo y a las necesidades.

Ofrecer a un hijo todo el amor, la experiencia y la educación que necesita para desarrollarse de un modo feliz y equilibrado no exige ningún don ni unos estudios especializados. Una mezcla de ternura, paciencia, entusiasmo y sentido común darán excelentes resultados. Para conseguirlo todos debemos compartir los mismos objetivos, que son educar para conseguir que nuestros hijos sepan convivir en una sociedad donde todo ser humano tenga su espacio.

Un hijo no viene con manual de instrucciones y debemos de aprender a ser padres desde el mismo momento en que empezamos a serlo… Esta tarea, la de educar, es difícil, y además nos va a llevar toda la vida. El clima educativo ha de estar repleto de confianza, respeto, seguridad y de amor.

Pero, no ayuda intentar ser el padre perfecto, puesto que esto es imposible y nos genera mucha ansiedad. Equivocarse es un derecho que tenemos todos los padres. Lo importante es pensar qué se ha hecho mal e intentar que salga mejor la próxima vez. Nosotros somos modelos para nuestros hijos, somos un modelo de familia y esto va a tener influencia en cómo vaya a evolucionar nuestro hijo cuando sea adulto.

Además hablaremos con él, y evitaremos que la charla se convierta en un interrogatorio. Se busca el punto medio entre la permisividad total y la rigidez absoluta, bajo este clima, la educación es sólida, pero flexible: las reglas existen y los padres se preocupan de hacerlas cumplir, de acuerdo con las necesidades de cada uno, evolucionan con la edad y son tomadas en común…, este clima es el más eficaz, es el que permite una mayor plenitud y bienestar.

Términos clave: Educación infantil, Consejos pediatría, Ambiente educativo