lunes, 26 de octubre de 2009

Cómo debe ser un menú escolar

Es importante que sepáis cómo es el menú escolar que los niños toman a diario.

Uno de los objetivos prioritarios del menú escolar debe ser fomentar el consumo de una dieta equilibrada, mediante la variedad de alimentos, preparaciones y texturas, dando prioridad a los alimentos más conflictivos en la alimentación de los pequeños -legumbres, pescado, frutas y verduras-, y basándose en las raciones y en la frecuencia recomendadas para cada edad.

Para ello, cada vez en más centros educativos, el equipo responsable del comedor o la empresa que gestiona la alimentación cuenta con asesoramiento dietético a la hora de diseñar los menús.

A los niños y niñas que se quedan a comer en el comedor se les entrega una plantilla con el menú semanal. Si no es así, vosotros, padres y madres, debéis exigir al centro o a la empresa que gestiona el servicio de alimentación esa información. Así, podéis comprobar y exigir que los menús sean variados y apetecibles.

Los menús escolares se deben ajustar a las recomendaciones dietéticas en cuanto a "raciones", frecuencia de consumo de alimentos, aporte energético y de nutrientes recomendados según la edad del niño.

Para saber si los menús son saludables y equilibrados, comprobad si ofrecen variedad de alimentos, de preparaciones y texturas, y en las cantidades adecuadas a la edad del niño.

Fijaos si los menús varían la forma de cocinar y presentar los platos. Comprobad también que no se exceda el menú con las preparaciones grasas (fritos, rebozados o empanados), que no se presenten las verduras siempre en purés o cremas. Lo mismo puede decirse del pescado (no siempre merluza rebozada) o de las carnes (pollo asado o frito o delicias de pollo).

Aseguraros de que los alimentos precocinados y los derivados cárnicos grasos tengan presencia ocasional en el menú escolar, ¡y también en el menú familiar! No es un buen hábito que en una misma semana los niños coman albóndigas, hamburguesas o salchichas y pizza, varitas de pescado y salchichas.

Los segundos platos irán acompañados de guarniciones variadas: salsas, verduras, ensaladas, puré de patata, etc., ¡y no siempre patatas fritas o salsa de tomate! Y los postres de preferencia serán la fruta fresca y los lácteos sencillos; y ocasionalmente dulces, bizcocho, helados, etc.

Los alimentos de temporada son muy nutritivos y más económicos. Comprobad que el menú incluya frutas frescas, hortalizas, verduras y pescados frescos y de temporada.

En primavera y verano los niños y niñas aceptan mejor las preparaciones más frescas y ligeras (ensaladas de arroz, de pasta, de patata, de legumbres, cremas frías) mientras que en otoño e invierno son deseables preparaciones más consistentes que se sirven a mayor temperatura: potajes, cocidos, guisos.

Se debe contemplar la posibilidad de adaptar los menús a cualquier trastorno de salud o enfermedad que puedan sufrir los niños; aguda, como una diarrea o un estreñimiento, o crónica como la diabetes, la intolerancia al gluten o las alergias alimentarías. Y dada la diversidad cultural actual de los colegios, también se deben ofrecer platos alternativos para niños de otras culturas; vegetarianos, musulmanes, etc.

La información que se detalla en el menú escolar os sirve para que os resulte más fácil ofrecer cada día a vuestros hijos e hijas una dieta variada y equilibrada.

Fuente: Revista Consumer

miércoles, 21 de octubre de 2009

Un 4% de los escolares sufre intolerancia o alergia a algún alimento

Los comedores escolares españoles acogerán este curso a 1,5 millones de niños, de los cuales el 4 por ciento sufre intolerancia o alergia a algún alimento.

Durante el curso 2009/2010 el 20 por ciento de los matriculados acudirán a alguno de los casi 12.000 comedores que existen en el país, de los cuáles el 61,5 por ciento corresponden a centros de enseñanza pública, según un estudio de la Federación Española de Asociaciones Dedicadas a la Restauración Social (FEADRS) divulgado por el salón de Equipamiento para Hostelería (HOREQ) de Ifema.

La asociación hostelera considera que la mejor manera de garantizar la seguridad alimentaria es la "línea fría" (alimentos cocinados que requieren un sencillo proceso de calentamiento) debido a que "evita la contaminación cruzada".

Esta modalidad, junto con un sistema de seguimiento denominado APPCC (Análisis de Peligros, Puntos de Control y Críticos), es fundamental para la preparación de alimentos para niños alérgicos, celíacos o que padecen alguna intolerancia, destaca la FEADRS.

La asociación recomienda la producción de los menús en lugares totalmente higiénicos, el control de la temperatura en las cocinas centrales de los colegios y la confección de los platos en zonas aisladas.

La comida en edad escolar debe aportar entre el 35 y 40 por ciento de las necesidades nutritivas del niño, concluye este informe elaborado en base a las recomendaciones de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición y del Ministerio de Sanidad.

Fuente: www.adn.es

jueves, 15 de octubre de 2009

Qué aprenden los niños en el cole

Tras tomar la meditada decisión de elegir el centro en el que se educarán los niños, surgen nuevos interrogantes tan contundentes como el primero. ¿Qué se les enseña?, ¿qué actividades desarrollan con ellos?, ¿cómo estimulan sus capacidades?... En suma, los padres quieren y necesitan saber qué hacen con sus pequeños durante las horas que permanecen lejos de casa.


La Educación Preescolar es la atención educativa-asistencial a la primera infancia y está dirigida a niños de hasta tres años. En esta etapa, es importante que la educación sea especialmente personalizada y que se desenvuelva en un clima de seguridad y afecto. Sólo de este modo se conseguirá que los niños adquieran un desarrollo emocional equilibrado. Los educadores programan actividades que giran en torno a los siguientes ámbitos:
  • desarrollo del lenguaje como centro del aprendizaje
  • conocimiento y progresivo control de su propio cuerpo
  • juego y movimiento
  • descubrimiento del entorno
  • convivencia con los demás
  • desarrollo de sus capacidades sensoriales
  • equilibrio y desarrollo de su afectividad
  • adquisición de hábitos de vida saludable que constituyan el principio de una adecuada formación para la salud
Una de las metodologías más empleadas en esta etapa es la llamada estimulación temprana, basada en la repetición de unidades o bits.

La educación del Primer Ciclo de Infantil (de 0 a 3) tiene que estar estrechamente vinculada a la del Segundo (de 3 a 6), en la que han de consolidarse los hábitos y las destrezas recién aprendidas. La educación en esta segunda infancia, desde los tres años, debe contribuir a estimular aptitudes como:
  • el conocimiento de su propio cuerpo
  • el desarrollo de su capacidad sensorial o la observación
  • exploración de su entorno familiar, social y natural.
  • fomentar la adquisición de una progresiva autonomía en las actividades habituales
  • la relación con los demás y el aprendizaje de pautas elementales de convivencia
  • estimular las habilidades comunicativas orales
  • iniciarles en el aprendizaje de la lectura y la escritura
  • enseñarles nociones numéricas básicas
Las programaciones didácticas para estas edades comprenden todos los contenidos de las distintas áreas señaladas y se desarrollan a través de actividades globalizadas, respetando siempre los ritmos de juego, trabajo y descanso de los alumnos.

El juego se perfila como uno de los pilares maestros, ya que establece vínculos positivos entre los niños y ofrece la posibilidad de organizar los contenidos. La mayor parte de las actividades que realizan son de observación, manipulación y experimentación.

Ante una sociedad cada vez más globalizada, cobra especial relevancia el aprendizaje de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación, si bien, adaptadas al proceso madurativo de los niños. Por otro lado, se aprovecha su gran capacidad de aprendizaje para iniciarles en una lengua extranjera, generalmente el inglés.

martes, 13 de octubre de 2009

Dibujos y garabatos: qué quieren decir (2 de 2)

Continua...

Animarles a dibujar


Los dibujos son más que un pasatiempo para mantener a los niños entretenidos. Al entregarles un papel y un lápiz para que empiecen a dibujar, se les proporciona una herramienta fundamental para sus procesos cognitivos. El dibujo ayuda a desarrollar habilidades psicomotrices, estimula la expresividad y la imaginación, y permite, además, obtener información sobre el estado psicológico y el bienestar emocional de los pequeños.

Dibujar es una tarea espontánea y libre. No conviene obligar a los pequeños, ni someterles a la misma disciplina que implican otros aprendizajes. Sin embargo, se puede fomentar la utilización de las diferentes herramientas de dibujo dentro de las actividades diarias. Hay varias formas de animarles a dibujar:
  • Proporcionarles los materiales adecuados: el garabato realizado por un bebé de un año se parece poco al dibujo detallado que puede pintar un niño de 5 ó 6 años. De la misma forma, uno y otro no usan el mismo material. Los más pequeños dibujan mejor con ceras, pintura de dedos y lápices con puntas grandes y redondeadas de, al menos, cinco centímetros de diámetro. Esta anchura facilita la sujeción entre sus diminutos dedos. Más adelante, cuando sean capaces de sostener objetos con soltura, se les puede facilitar lápices y rotuladores finos, además de iniciarles en el uso de pinceles y témperas. Respecto al soporte, las superficies gruesas (cartulinas, cartones o pizarras) son adecuadas para los bebés, ya que resisten mejor la fuerte presión que, en algunos casos, ejercen al dibujar.
  • Crearles un ambiente: conviene habilitar un espacio en su habitación, o en el cuarto de juegos, para dibujar. Destinar un lugar especial es una buena opción para que el niño se sienta atraído por esta actividad. Una mesa y una silla con la altura adecuada a su edad les hará sentirse cómodos. Hay que inventar "su sitio de dibujo". Para fomentar el orden, es recomendable contar en este ambiente con una cajonera específica en la que guarden los materiales de pintura, de modo que el niño sepa siempre dónde están y pueda dibujar cuando lo decida.
Autor: Consumer Eroski
Fuente: Consumer.es

Dibujos y garabatos: qué quieren decir (1 de 2)

Dibujar es una forma divertida de fomentar la creatividad y obtener información sobre el estado psicológico de los niños


Los dibujos son la primera manifestación palpable de la expresividad infantil. Funcionan como un vehículo que refleja sus emociones y les permite dar rienda suelta a su imaginación. No son obras de arte, ni pretenden serlo, pero pocos se resisten a colgar el garabato de un niño en un mural. El editor Carlos Cabezas, en su tesis 'Análisis y características del dibujo infantil', señala que "los garabatos y dibujos de los niños son una de las actividades mas importantes para su desarrollo intelectual; mediante ellos, el niño es capaz de expresar su estado psicológico y bienestar emocional, ya que vehiculan su mundo interno con el externo".

Investigadores, artistas y pedagogos han centrado sus estudios, desde hace más de un siglo, en el análisis de la forma de expresión de los niños a través del dibujo. Las conclusiones se repiten y reafirman que, más allá de unos simples trazos o garabatos al azar, los dibujos expresan las emociones, intereses o valores del niño.

Los estudios han concretado técnicas evaluativas e interpretativas de los dibujos infantiles, que son utilizadas por educadores y terapeutas como una forma complementaria de analizar e identificar determinados problemas o conflictos psicológicos de los pequeños. Una de estas técnicas es el Test del Garabato, que analiza las proporciones, el tamaño, la distribución o los colores de los elementos que dibujan los niños. El Test HTP (casa, árbol, persona) es también muy popular y está destinado a obtener información sobre la sensibilidad, la madurez y la integración social. Para dotarles de rigor científico, estos análisis deben ser llevados a cabo por profesionales. Sólo expertos en la materia están capacitados para valorar los resultados e interpretar los factores que intervienen en el proceso de creación de un dibujo.

Sigue...

Autor: Consumer Eroski
Fuente: Consumer.es